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Foto de Unai Endemaño |
Los vigueses Aphonnic se han destapado en los últimos años como una de las bandas españolas más en forma. El pasado año llegaba su último trabajo La Reina, el cual a pesar de todas las dificultades que se ha encontrado ha dejado un gran sabor de boca en sus seguidores. He tenido el placer de poder conversar con su batería Alén acerca de ese último álbum o el pasado de Aphonnic entre otros temas.
Empezaremos hablando de La Reina. Su fecha de salida original tuvo que ser pospuesta, ¿cuál fue el problema?
Se ha retrasado por motivo de la mezcla, básicamente. Teníamos previsto hacer la mezcla con un chico que estaba trabajando con Fredrik Nordström cuando hizo Indomables, pero no "corrió" bien y se nos echaba el tiempo encima. Teníamos la presión de cumplir plazos por la gente del crowfunding de Verkami y no nos quedó más remedio que cortar con ese chico e intentar hacer algo que superara a Indomables en el poco tiempo que nos quedaba. Entonces, para hacer eso y hacerlo en tan poco tiempo tienes que acudir a gente muy buena y esa gente cobra hasta por respirar, jaja. Una vez metidos en faena dijimos: "Esto es lo que hay, tenemos que apretarnos el cinturón. Esto tiene que salir sí o sí y superar en la medida de lo posible lo realizado anteriormente."
¿Qué tal han aceptado vuestros seguidores La Reina?
La verdad es que me sabe mal decirlo a mí jaja, pero con los últimos tres discos la gente es súper agradable. No hemos escuchado muchas críticas negativas, siempre fueron buenas críticas. A la gente le ha gustado mucho y la aceptación ha sido maravillosa, no tenemos ninguna queja con respecto a eso.
¿De dónde habéis sacado el nombre para el álbum?
El nombre de La Reina fue un poco aleatorio. Primero decidimos la portada y después cada uno aportó su propuesta. La idea de La Reina creo que fue de Chechu y vino a colación de lo que queríamos expresar con la portada. En ella vemos a una mujer con mirada altiva, empoderada como se dice ahora. Queríamos mostrar una mujer como nosotros pensamos que debería ser, una mujer fuerte y segura de sí misma. Queríamos mostrar esa imagen que muchas veces, por desgracia, no se da. En este mundillo de la música cada vez vamos teniendo más bandas de chicas y se está normalizando el hecho de que ellas también pueden hacer buena música.
De este último trabajo se ha hablado mucho de "Crisantemos", algo diferente a lo que nos tenéis acostumbrados. ¿Cómo surgió el concepto? ¿Cómo fue grabada?
Eso podría decírtelo mejor Chechu. Si no me equivoco la música fue hecha allí y Chechu tenía el boceto de la letra, de lo que quería tratar. Nos ha contado que Vasco Ramos quería una letra que fuera jodida, una temática desgarradora. Al parecer Vasco le hizo la encerrona ya que le dijo que iban a probar. Chechu la cantó, Vasco le grabó y le dijo: "Ya está". Y así se quedó.
Acabáis de llegar del Resurrection Fest en su versión reducida. ¿Cómo ha sido tocar en esas condiciones, con el público sentado?
Es raro... Aunque llega el momento en el que al subir al escenario nos da igual si la gente está sentada, si hay mil, si hay dos, que haya quinientos... Nos da igual. Por nuestra parte nunca habrá un concierto descafeinado o con menos actitud porque la gente esté sentada o haya menos espectadores. Eso nunca va a pasar.
La verdad es que la situación era rara, pero hay que adaptarse y bienvenido sea porque gracias a esto mucha gente ha podido volver a trabajar, nosotros tocar y se agradece volver a sentir esa sensación "de normalidad".
Para el disco 6 Bajo Par se produjo una importante novedad en Aphonnic, pasando a cantar en castellano. ¿Por qué os animasteis a realizar ese cambio?
Llevábamos tiempo pensando en cambiar el idioma porque hacíamos autocrítica y sabíamos que nuestro inglés era de Wyoming de arriba jaja. Teníamos aquella falsa esperanza que tienen todos los grupos cuando comienzan, pensando que si cantas en inglés vas a tener más salida y más cobertura internacional. No tiene por qué ser así y con el nivel que teníamos de inglés no era viable. Debo decir que yo fui el que hasta el último momento no se bajó de la burra, pero una vez vistos los resultados hay que reconocer que el cambio ha sido para mejor.
Mencionabas antes a Vasco Ramos, que comenzó a trabajar con vosotros en Héroes y en mi opinión ha sido un punto de inflexión. ¿Cómo decidisteis contar con él?
Recuerdo que Richy había comentado que había un grupo en Portugal llamado More Than a Thousand que tenían unos estribillos brutales, el vocalista cantaba genial y se enteró que el tío también era productor. Chechu decidió ir unos días a Lisboa a producir las voces del próximo disco. Empezaron a trabajar y a Vasco le gustó tanto el material que dijo que le encantaría poder formar parte del equipo de la producción del álbum. Y así comenzó nuestra relación con Vasco. Es un tío adorable para el cual solo tenemos buenas palabras porque es muy buena persona, se hace querer, es un productor increíble, un músico que flipas y tiene un coco musical de la leche... Básicamente fue el culpable de esa evolución que tuvimos a partir de Héroes, así que le estamos muy agradecidos por todo.
Estáis creciendo mucho con cada publicación y mirando también el estado de otros grupos, ¿cuál consideras que es el techo al que puede llegar una banda de metal español?
Aquí es muy complicado llegar a algún techo. La quimera de poder vivir de esto y poder vivir bien... Hay gente que lo hace, pero son muy pocos. Posiblemente el techo sería poder vivir holgadamente haciendo lo que te gusta, pero es muy complicado. La esperanza que tenemos de que eso pueda suceder es mínima pero por el camino disfrutas del proceso, intentas hacerlo lo mejor posible y que la gente esté feliz con lo que haces. La mejor recompensa que tenemos es ganarnos el respeto de la gente, eso es a lo que aspiramos.
Con las dificultades que acabamos de comentar y viendo que los esfuerzos no van a ser recompensados como deberían, tiene que ser muy difícil mantener la ilusión después de tantos años. ¿Existen momentos en que os replanteáis si todo esto vale la pena?
No te voy a negar que hay momentos malos. Vas cumpliendo años, ves que te estás dando cabezazos contra la pared y que esto no arranca... Pero la otra vertiente es que nos encanta lo que hacemos, tenemos mucha pasión por esto y además tenemos la posibilidad de crear música que pueda perdurar en el tiempo. Al final nosotros nos moriremos y esos discos quedarán ahí... No sé si los escuchará alguien, seguramente muy poca gente jaja. Es una especie de legado, has pasado por aquí y has dejado algo provechoso jaja.
Vamos a centrarnos ahora en ti. ¿Cómo fueron tus inicios con la batería?
Empecé de casualidad, en un campamento en 1988. Un compañero me comentaba que tocaba la guitarra en un grupo e iban ensayar a unas salas que había hace años en Vigo, las típicas que alquilaban por horas. Me llamó un día y me invitó a ensayar con ellos aunque no tuviera ni idea de tocar. Yo no tenía nada mejor que hacer, así que decidí acercarme y aquello fue un descubrimiento. A partir de ahí se convirtió en una obsesión. Como no tenía batería, ponía unos cojines sobre la cama y arrancaba los palitroques de las perchas de madera para usarlos como baquetas. Con las grapas que les quedaban a los palos destrozaba los cojines. Vaya broncas...
El primer disco con el que empecé a tocar por encima fue el Holy Diver de Dio. Aquello debía ser horroroso jaja. Mi primer concierto fue el 6 de junio del 92, lo tengo grabado y de cuando en vez lo pongo para bajar al suelo.
Ahora te voy a pedir que me digas tu grupo favorito.
Mmm, no sé. Mi grupo favorito siempre fue Iron Maiden, aunque hace años que no escucho un disco entero de ellos. Gojira me encanta, Foo Fighters, hay muchos... Quedarse con uno es un crimen jajaja.
¿Y si te pido escoger a un artista?
A ver... Mario Duplantier, por ejemplo. Dave Grohl me parece un tío muy inteligente, versátil y tiene muy buen oído. También hay muchos.
Entonces, entre las opciones de tocar un día con Iron Maiden o Gojira y que Mario Duplantier o Dave Grohl toquen con Aphonnic tus composiciones... ¿Qué elegirías?
No, no, no... Yo tocar con Gojira o Maiden jajajaja. Eso es una vez en la vida.
Para cerrar la entrevista y con el fin de conoceros un poco más a ti y a tus compañeros, te diré diez adjetivos y me dirás quién es el que mejor se adecúa a cada uno de ellos.
Optimista.
Yo jajaja.
Tímido.
Creo que Chechu o Iago. Pero bueno, tampoco son tímidos. Una vez que se arrancan... Jajaja.
Creativo.
Todos de alguna manera lo somos, pero diría Iago.
Cabezón.
Pienso que ahí... Yo soy muy cabezón. Estaría entre Chechu y yo, aunque creo que le gano jaja.
Simpático, o el que mejor conecta con la gente.
No sé... Yo adoro estar con la gente, pero de ahí a definirme a mí mismo como simpático... Tampoco creo que lo sea. Richy cuando quiere es muy simpático, Iago también.
Sacrificado.
Esa es difícil. Los cuatro hemos sacrificado mucho por esto. Chechu es un tío muy sacrificado, pero en general todos.
Agonías.
Mmm... Chechu, aunque no lo tomo como agonías, sino como serio. Nosotros somos muy puntuales, siempre somos los primeros en llegar jaja. Por decirte algo Chechu, pero somos todos tal para cual.
Ambicioso.
Los cuatro. Si estás en una banda y quieres progresar tienes que tener ambición. No se debe confundir con arrogancia ni altivez, pero obligatoriamente hay que ser ambicioso porque eso es lo que va a mover el motor.
Supersticioso.
Jajajaja. ¡Chechu! Hubo una temporada que todo eran cosas al revés, no salía nada y el tío nos llenó de ajos el local. Trajo ajos y los soltó por el local jaja. Ése es Chechu.
Sincero.
Todos... Quizás yo sea un poco más bruto para decir las cosas, no me gusta andar con "caralladas" jaja. Todos vamos de cara, todos somos cortados por ese patrón.
Damos por concluida esta entrevista agradeciendo el tiempo que Alén nos ha dedicado y que ha hecho posible esta interesante charla de la que he podido disfrutar. Recomiendo que os paséis por su tienda para adquirir La Reina y revisar todo su merchandise.