Somas Cure es una de las bandas
de metal español que más han crecido en los últimos tiempos. El
éxito de su anterior disco,
Éter, ha servido para
consolidar una carrera iniciada en 2010 por cinco amigos que
afrontarán este año un nuevo reto con la publicación de su cuarto
trabajo. A poco más de un mes de la publicación de
La
Colmena, he tenido la oportunidad de charlar con su
guitarrista
Borja Iglesias.
Comenzamos hablando de La
Colmena. Su fecha de publicación inicial era enero, ¿cuál fue
el motivo del aplazamiento hasta octubre?
El disco se grabó en el verano del año
pasado y a principios de septiembre lo teníamos terminado, mezclado
y masterizado. Ahí anunciamos fechas de salida, teníamos una
previsión primero en enero y luego se retrasó a octubre. Nos pilló
cambiando la agencia de mánager con la que trabajábamos, ahora
estamos con Black Heaven. En esa transición queríamos prepararlo
bien, cuidarlo y que todo saliera como debe por lo que para enero
habría sido un poco precipitado. Al final, menos mal que fue así
porque si lo hubiéramos sacado en enero nos habría dado pena no
poder girarlo como se merece. Lo sacaremos el 2 de octubre y aunque
no nos dejan hacer conciertos hasta que acabe el año, intentaremos
adaptarnos para que el disco tenga el mismo eco que podría tener en
una situación normal.
Habéis decidido ir ofreciendo
varios adelantos durante los últimos meses en Youtube y ya tenéis
cinco singles publicados.
Una de las partes que intentamos cuidar
con el problema del Covid fue el tema digital. Youtube daba la opción
de ir mostrando avances y fue la estrategia que tuvimos para este
año. Ya que no podíamos ni tocar ni ensayar en la época del
confinamiento, fuimos sacando videoclips. Algunos los teníamos ya
grabados y otros los realizamos de forma digital como el que hizo
Txema de “Plaga”, con el fin de ofrecer adelantos y también como
forma de actualizarnos un poco. En el mundo del rock y el metal
sueles sacar un disco y lo giras, pero si te fijas en otros estilos
de música más populares se mueven más con singles. Este disco es
el que más temas tiene de todos los que hemos publicado y para
dedicarle un poco de tiempo a cada una, decidimos ir sacándolos
despacio. Actualmente tenemos cuatro canciones ya disponibles y una
más en exclusiva para El Vuelo del Fénix de Radio 3. No queríamos
perder la conexión con el público y de esta forma vas manteniendo
un poco la vida digital del grupo.
Con respecto a estas nuevas
canciones he notado un cambio de estilo, suenan diferente a lo que
habéis hecho anteriormente. ¿Es algo buscado o algo que surge así?
Este disco lo compusimos en un período
corto, pero dejamos de hacer conciertos a excepción del Leyendas del
Rock para poder dedicarle tiempo.
Analizando nuestra trayectoria…
Parseval fue nuestro primer EP con el que comenzamos a ver
como funcionábamos y con Equilibrium, Mitos y Éter
vimos que cerramos una evolución. No es que los tres discos tengan
un gran parecido entre sí porque pienso que Equilibrium es un
disco muy directo y que cala rápido al oído; Mitos es más
intimista, de darle varias escuchas y menos enfocado a tocarlo en
directo; Éter es un álbum que me gusta mucho, que aunó un
poco de cada uno y para La Colmena queríamos hacer un cambio,
un disco muy proyectado al directo que incluyera canciones que fueran
himnos cantables. En él todos
los temas están compuestos en afinaciones en “drop”, que era
algo que habíamos metido en alguna ocasión en temas sueltos pero
nunca habíamos hecho un disco completo. Innovamos en ese aspecto y
la guitarra siempre te da la facilidad de poner acordes alterados que
cambian un poquito la sonoridad, aunque intentamos mantener nuestra
esencia.
Comentaste que Éter es un
disco que te gusta mucho y se puede decir que con él habéis
alcanzado nuevos límites. Podríamos decir que ha sido un éxito
rotundo.
Éter nos asentó en la escena.
Mitos había sido una apuesta arriesgada y fue bien, con temas
que se han convertido en imprescindibles en cada concierto. Pero
sabíamos que no era un disco tan enfocado al directo y Éter
si tenía esa característica. Se hizo un gran trabajo en promoción,
le dimos mucho bombo y fue muy bien recibido por la crítica siendo
número uno en varias revistas, lo que permitió que pudiéramos
participar en grandes festivales. Éter nos estableció y la
idea es subir un escaloncito más con La Colmena.
Éter os ha llevado, por
ejemplo, al escenario principal del Resurrection Fest. ¿Qué se
siente ahí arriba?
En el Resu como en otros grandes
festivales, son días muy especiales para los grupos. Vives de
primera mano como es el mundo de la “alta música”. Vas por
camerinos y ves como maquillan a Kiss o en el Download con System of
a Down y otras bandas consagradas que te tratan de igual a igual. Lo
peor es que los días pasan volando y ni te enteras y el día del
Resurrection en concreto fue muy especial. Nos gusta mucho ir a
Galicia, en Viveiro el recinto es estupendo y además nos hizo muy
buen tiempo. Me habían asustado con que era la zona en la que más
llovía en Galicia durante el año.
Somas Cure cumple ya una década de
vida. Durante este tiempo os habéis mantenido los cinco unidos, algo
inusual hoy en día.
Nos enorgullecemos de ser los cinco
miembros originales. Echamos la vista atrás y vemos que han pasado
10 años, se nos han ido volando. Cuando empezamos éramos cinco
colegas del barrio que cada uno tocaba un instrumento, nos juntamos y
las cosas comenzaron a llegar. Dimos nuestro primer concierto en una
sala de Móstoles y a partir de ahí te vas presentando a concursos,
te ve un mánager, te fichan de una agencia, comienzan a ofrecerte
conciertos... Empiezas a crecer y tú no eres dueño de ese
crecimiento, te dejas llevar.
Nosotros no concebimos el grupo sin uno
de nosotros. Siempre que entra un miembro nuevo en una banda hay
cambio y creemos que se pierde la esencia. Se perdería sobre todo la
parte afectiva ya que hay ocasiones en las que quedamos en el local
para ensayar, son las 12 y nos vamos para casa sin haber tocado una
nota por haber estado charlando. Nos tomamos Somas Cure como algo
profesional pero no nos sentimos empleados de Somas Cure, somos los
que lo hemos creado y los que lo mantendremos hasta donde llegue.
Estáis consiguiendo un importante
crecimiento cantando en castellano, ¿lo veis como un problema de
cara a abrirse puertas en Europa?
Es complicado… En los países
hispanohablantes no tenemos problema, incluso nos escuchan algo en
Norteamérica. En Europa es más difícil, pero hay casos raros como
puede ser Héroes del Silencio que triunfó en Alemania. A ver qué
entendían ahí a Bunbury…
En su momento se habló del idioma en
que cantaríamos, pero lo que queríamos transmitir lo queríamos
transmitir en nuestra lengua. A Txema le gusta hacer letras
elaboradas, jugar con las metáforas y con ciertas herramientas
literarias que en un idioma que no es el suyo no iba a estar tan
suelto. Nos cierra puertas pero lo entendemos y además creemos que
hay mucho mercado en lengua hispana.
Nos centramos ahora en ti. ¿Cómo
han sido tus inicios con la guitarra y cuáles han sido tus
principales influencias?
Con la guitarra empecé con 10 años en
la catequesis. Detrás ensayaba el coro con los guitarristas tocando
sus acordes “ritmo iglesia” y cuando lo vi, pensé: “Mola”.
Dijeron que iban a impartir clases, así que mis padres me compraron
una guitarra y me apunté, pero finalmente no las dieron y busqué
otro sitio en el que aprender a tocar mi guitarra española. Estudié
4 años de guitarra clásica flamenca, de los cuales me siento muy
orgulloso. Más tarde ya compré mi primera eléctrica y vas
abriéndote mundos.
En cuanto a mis influencias, fueron
variando en función de esas diferentes etapas. En un principio, a
nivel nacional podía escuchar bandas de pop que todos oíamos como
La Oreja de Van Gogh o El Canto del Loco. Luego tuve una época que
me gustaba Ska-P y me fue alejando de la zona pop más comercial…
La primera vez que escuché AC/DC me parecían “ultraduros”, pero
al final tu oído se va acostumbrando y vas siendo más tolerante a
otros estilos. Si me tuviera que enfocar en Somas Cure me fijo mucho
en bandas por su manera de componer, no solo por lo que hagan. Muse
para mí ha sido una banda referencia en eso, siempre me ha gustado
como hacen sus composiciones. En cuanto a sonido, bandas americanas
tipo Killswitch Engage u otras como Soilwork o In Flames. Luego está
Lamb of God con un toque sureño del que alguna vez en Somas Cure
hemos intentado meter algún matiz. Me gusta mucho el tratamiento que
le da a los solos su guitarrista Mark Morton.
¿Cuál es el disco del que más
orgulloso te sientes?
Siempre es complicado ya que cuando
tienes un disco en ciernes siempre dices que el siguiente trabajo es
el mejor. Yo a Éter le tengo mucho cariño por el crecimiento
que nos ha hecho vivir, ha dado lugar a experiencias que no habíamos
tenido antes y me parece un gran disco. Espero que La Colmena
iguale como mínimo esa sensación. Para este nuevo disco ha
pasado algo de tiempo, aprendes un poco más y espero que tenga
riqueza en algunos aspecto en los que igual Éter no tenía.
¿Cuál dirías que es tu grupo
favorito?
¿Uno y en general? Me pones en un
compromiso porque es como quedarse con una comida favorita… Igual
que una comida que siempre te pueda gustar y que apetezca cualquier
día, un grupo que nunca me defrauda y con el que siempre me puedo
sentir cómodo es Metallica. Cuando escuchas un tema suyo siempre es
bien recibido. Hay otras bandas como Lamb of God que tienen discos
que suenan muy bien y luego otros que aunque tengan buenas canciones
no suenan tan bien y te quedas un poco a medio gas. De Metallica me
gusta incluso el St. Anger, así que me quedaría con ellos
como banda favorita.
¿Y un artista?
Como guitarrista siempre me ha gustado
mucho Joe Satriani, ya que hace algo muy complicado en una era que
parece que no le corresponde. Mientras triunfan cosas como el trap,
él ahí sigue con su guitarra tocando durante dos horas rock
instrumental delante de miles de personas. Me parece admirable como
toca y los conocimientos que tiene de armonía… Envidia sana
totalmente.
Las dos preguntas anteriores tenían
como finalidad el siguiente supuesto: Si te dan a elegir entre tocar
un concierto con Metallica o que Satriani tocara contigo en Somas
Cure, ¿qué preferirías?
Pues ahí me iría a lo espectacular,
concierto con Metallica. Lo de Satriani, seguramente desde la
admiración y el desconocimiento lo veo bien, pero creo que si te
entra en el local sería de esos tíos que diría: “Mira, aquí hay
que hacer esto. Pero, ¿y eso? Aquí hay que limpiar ese riff…”.
Creo que sería un poco “jodienda”.
Pasamos a la parte final, con un
toque más informal. ¿Podrías decir un grupo que no soportes?
Los que hacen música a la que no le
encuentro sentido o no está bien hecha. Me pasa con bandas de
hardcore y estilos de música que no necesitan que el cantante
entone. Hace cinco o seis años había la moda de juntarse y formar
bandas. Tenían un cantante que no hacía melódico, temas con
cambios de tiempo, cada riff en un tono distinto sin uniones entre
ellos, la batería de repente hace un blast beat que sale con un
breakdown… Al final todo vale y no le veía lógica. Hay bandas de
hardcore como Hatebreed que han triunfado porque lo hacían con
lógica, lo hacían bien. Yo pienso que la música es melodía y
aunque puedas irte a momentos extremos o incluso temas enteros
extremos, la armonía es una ayuda que tienes que utilizar.
¿Alguna anécdota en conciertos que
puedas contar?
Miles… Cada día que salimos siempre
hay muchas. Es un fin de semana con los colegas y encima vas a hacer
un concierto, por lo que aunque te lo tomes muy en serio salen miles
de anécdotas. Contaré la última que me hizo mucha gracia, cuando
tocamos en Portugal en la gira Éter. Hay fama de que se habla
“portuñol”, pero ni yo entendía a los portugueses ni los
portugueses me entendían a mí. Durante el concierto veía a dos
tíos dándolo todo y no sabía si se estaban enterando de algo.
Acabaron muy perjudicados esa noche. Al terminar el concierto, cuando
estábamos recogiendo y montando todo en el montacargas, entro con mi
guitarra para bajar y ahí estaban los dos esperando de pie. Les digo
hola y me preguntan si voy a bajar. Les contesto que sí, pero que
eso no era un ascensor normal. Ellos salen y se quedan en la puerta.
Hicimos unos cuantos viajes y ellos seguían en la puerta dándole al
botón para intentar bajar. A día de hoy no sé si seguirán allí.
Para terminar, te propongo un
pequeño juego... Te iré enumerando varios adjetivos y tú me dirás
con cuál de ellos identificas a cada miembro de Somas Cure.
Responsable.
Todos nos lo tomamos muy en serio, pero
diría que yo. Me gusta mucho el orden y aunque quede feo, ahí
empezaría por mi.
Bromista.
Siempre estamos de cachondeo, pero con
Varos (Álvaro) nos reímos mucho. Trae mucha alegría al local.
Inquieto.
Yo creo que ahí Darío encaja más. Es
el que más energía derrocha y nunca se le acaba la pila.
Perfeccionista.
Txema. Es una persona que no le importa
emplear horas, tiempo y dedicación para que todo salga lo más
redondo posible. Alucino con sus cuadernos con las letras, lo lleva
todo como para un examen.
Talentoso.
Es complicado porque les considero a
todos gente muy talentosa, pero para mí Txema ha sido un referente.
Cuando le conocí tocaba la guitarra en una banda y no había
descubierto su faceta de cantante. Con la voz tienes que nacer, pero
durante años le vi trabajando para dominar ese don y eso tiene mucho
mérito, me parece admirable.
Individualista.
Varos. Es muy caótico y eso es parte
de su magia. No sería el mismo sin ese rasgo de su personalidad.
Líder.
Ahí no nos podría catalogar.
Dependiendo del momento que estemos viviendo en la banda, uno tiene
que tirar del carro más que otro según la función que tenga. Nunca
hemos tenido un liderazgo como Freddie Mercury en Queen.
Pacífico.
Diría Vitti (Víctor), aunque se me
vengan a la cabeza algunas noches de desenfreno. Vitti es una persona
amigable, siempre en pro del buen rollo y aunque algo le cabree te lo
argumenta de forma muy lógica sin encenderse.
Temperamental.
Entre Varos y Darío, aunque es un poco
ambiguo. Hay veces que te frustras y ahí le puede salir el ramalazo
a cualquiera.
Tiquismiquis.
Diría Vitti. Cuando sacas algo en la
composición, no siempre lo ve claro. Le haces un riff y te suele
decir: “Mmm… Yo esto lo haría, pero hay que hacerlo bien. Habrá
que darle alguna vuelta”.
Cerramos esta entrevista dando las
gracias a Borja por su tiempo y su amabilidad. A los que hayáis
llegado hasta el final, os recuerdo que La Colmena saldrá a
la venta el 2 de octubre. Podéis reservarlo ya en somascure.com.